En Camerún, el Día D

¡Qué día tan inolvidable fue el 22 de septiembre de 2025! ¿Quién podría imaginar lo que realmente sentimos Alphonsine, Charlène, Irène, Félicité y Emilienne?

Todo comenzó cinco días antes del Día D, con un retiro durante el cual cada una de nosotras se tomó el tiempo para escuchar y conversar con Dios. Nos guiaba en nuestra oración la hermana Pauline MAÏSSENSO, nuestra maestra del noviciado.
El lunes comenzó, como de costumbre, con la misa matutina en la parroquia. Después del desayuno, cada una se puso manos a la obra con las tareas que le correspondían: decoración, cocina, limpieza… ¡¡¡Qué preparativos tan famosos!!!

A partir de las 17:25, nosotras, las futuras novicias, vestidas con el uniforme, estábamos sentadas en la capilla, resplandecientes con ese hermoso traje azul y blanco, colores de nuestra abogada, la Virgen María. Estábamos rodeadas por las hermanas de la comunidad, las novicias de segundo año, algunos feligreses de Marza y sacerdotes que habían venido para apoyarnos y ser testigos del acontecimiento religioso de ese día. La hermana Bertine BAYANG, delegada de la Viceprovincia y miembro de la Congregación de las Hijas del Espíritu Santo, nos recibió desde el comienzo de la celebración.
Como símbolos, hemos elegido la arcilla y el jarrón para representar nuestro camino, siendo el jarrón lo que seremos al final de la formación, ya que para alcanzar la forma que desea el alfarero (Dios), estamos llamadas, como la arcilla, a dejarnos moldear por virtudes tales como: la docilidad, la disponibilidad, la apertura, la confianza y la voluntad. Así es nuestro deseo de vida durante el período de formación y durante toda nuestra vida.
La hermana Bertine entregó primero a cada una la cruz del noviciado y luego la Regla de Vida de las Hijas del Espíritu Santo. La alegría se reflejaba en nuestros rostros: durante el Magnificat, tuvimos la oportunidad de manifestar esa alegría con pasos de baile.
Después de la oración final, nos dirigimos al gran salón para la recepción, donde disfrutamos de la alegría de la diversidad cultural, tanto a través de los diferentes platos presentados como de los pasos de baile en dagara, mooré, toupouri, fulfuldé, etc.

La ceremonia terminó de manera espléndida y damos las gracias a la Congregación que nos acogió con alegría, a nuestras hermanas y a los feligreses comprometidos con el éxito de esta ceremonia. Bendito sea el Señor por sus abundantes gracias que nos ayudan cada día en nuestras vidas.

D. Alphonsine, C Charlène, N. Irène, M.  Félicité y O. Emilienne
Publicado el 3 de octubre de 2025