Apoyada y acompañada por Él…

Myriam, de origen burkinés, después de 2 años de postulado, no pudo continuar su formación y entrar en el noviciado en Camerún, debido a la enfermedad de su madre;  habiendo pasado cerca de ella un año entero, se ha unido desde hace algunas semanas al grupo actual de novicias. Ella hace, pues, sola su preparación espiritual y su entrada oficial al noviciado.  Desea compartir esta experiencia que la marca profundamente. 

«Llegada tardía y sorprendente, fue una gran alegría para mí poder continuar mi formación después de un año pasado en casa con mi madre enferma. Encontrar a las otras novicias y a la hermana Pauline -que ya era mi maestra del postulantado- fue un momento de inmensa alegría. Dura ha sido la prueba que he atravesado, pero grandes son las gracias de Dios en mi vida y su fidelidad a mí. Es después de algunos tiempos de penas, de sufrimiento, de desaliento, de confrontación familiar y de perseverancia que he llegado a este lugar, signo para mí que el Señor me ha sostenido en este momento difícil y que se preocupa por mí, por mi menor persona. Me he sentido sostenida y me siento acompañada por Él, por su gracia.

Unos días después de mi llegada, en retiro, pude releer ante la mirada de Dios mi historia, todo lo que había pasado. Sí, pude ver cómo el Señor se había pronunciado por mí y que me llamaba a seguir confiando en él. Así pues, llena de esta confianza en Dios he vivido mi entrada oficial al noviciado.
La celebración fue un momento de alegría, emoción, fraternidad y reencuentro con la presencia de los sacerdotes de la parroquia de Marza. Recibí la cruz de los novicios y la Regla de Vida de las Hijas del Espíritu Santo, indicándome que ahora formaba parte de la Congregación. Como símbolo, elegí un niño en las manos de un adulto, porque me asombro al ver que se realiza lo que tanto he mantenido en Cristo.

Expreso mi gran agradecimiento a los responsables de las dos viceprovincias que me han dado esta oportunidad de continuar mi formación con los demás, a mi familia por su apoyo en las oraciones y al equipo del noviciado por su apertura y benevolencia. Gracias porque hoy mis penas han dado paso a la paz y a la alegría. Que el nombre del Señor se bendiga.»

Myriam S. Novicia 1o año, N’Gaoundéré. CAMERÚN.
Bertine BAYANG, FSE. Comunidad del Noviciado, N’Gaoundéré,
Publicado el 18 de noviembre de 2025