El sol atravesaba las nubes y, tanto en nuestros corazones como en nuestros labios, a lo largo de los pasillos de la residencia de ancianos Notre-Dame de Plestin-les-Grèves, en Francia, se compartía la buena noticia: hoy, 2 de julio, celebramos los 100 años de Marguerite GUENOLE –hermana Xavier des Anges, según su nombre de profesión-.
Introducción a las sucesivas fases de la celebración
En la apertura. Aquí estamos reunidos alrededor de nuestra hermana, con su comunidad, su familia, sus amigos, en una alegre acción de gracias al Señor por todo lo que le ha dado a vivir en estos 100 años llenos de alegrías, sabiduría y amor, luz y recuerdos, pero también, a veces, de sufrimientos. Sí, contigo, Marguerite, «mantengamos viva la memoria del Señor, guardemos en nuestro corazón el recuerdo de sus maravillas». Y cantamos con entusiasmo este himno de apertura.
Precediendo a los textos evangélicos. «La Palabra de Dios guió a Marguerite durante toda su vida. Guardó en su corazón estas palabras del libro del Génesis, capítulo 12: «Yahvé dijo a Abram: Deja tu tierra, tu parentela y la casa de tu padre, y ve a la tierra que te mostraré… Yo te bendeciré y serás fuente de bendición. Abram partió tal como Yahvé le había ordenado».
En oración de acción de gracias. Unimos nuestros corazones y nuestras oraciones para dar gracias al Señor por la larga vida de nuestra hermana Marguerite: «Magnificat, Magnificat, anima mea Dominus».
Para terminar, la hermana Suzanne le regaló a Marguerite un magnífico collar compuesto por 100 hojas recogidas en otoño al pie del Ginkgo Biloba, un árbol de nuestro parque, y la hermana Yvonne le leyó un hermoso poema de su autoría para celebrar esta hermosa y larga vida.
Después, nos reunimos todos en el comedor para degustar una porción de pastel de cumpleaños «casero ».
¡Las últimas palabras no podían ser otras que «Deo Gratias» por este hermoso día fraternal!
Por Gwenaëlle LEROY, coordinadora de la comunidad de hermanas mayores
EHPAD Notre-Dame en Plestin-les-Grèves. Publicado el 25 de julio de 2025
