Jornadas del Niño Africano

«Dejad que los niños vengan a mí, no se lo impidáis…». Marcos 10, 14
Del 12 al 15 de junio de 2025 se celebraron en Maroua, capital de la región del Extremo Norte de Camerún, las III Jornadas Provinciales del Niño Africano (JPEA).  Cada dos años, una de las diócesis camerunesas acoge este acontecimiento eclesial. Bajo el lema «Niños misioneros, llevemos la luz de la Esperanza», 1.182 jóvenes de Garoua, Ngaoundéré, Maroua-Mokolo y Yagoua acudieron a Maroua para participar en estas jornadas.
Su objetivo es permitir que los jóvenes se reúnan en su provincia eclesiástica para honrar la memoria de los niños asesinados en Soweto (Sudáfrica) en 1976 y de los mártires de Uganda el 3 de julio de 1883. También es dar importancia a los pequeños que a veces no tienen cabida en la sociedad, que sufren abusos o malos tratos.

Este año, la diócesis de Maroua-Mokolo fue el centro de atención. En la ceremonia de apertura, los jóvenes, llenos de vida, presentaron diversas danzas tradicionales de los pueblos de la diócesis y de otros lugares. Los diversos actos celebrados a lo largo de la jornada permitieron a los niños comprender que ellos son los portadores de la Buena Nueva, el futuro de la provincia eclesiástica de Garoua, la Iglesia del mañana y del mundo venidero. Los jóvenes y los niños tuvieron el placer de debatir sobre sus derechos -educación, salud, vida en familia, protección de la intimidad- y sus deberes -trabajar, respetar a los padres y a los adultos, obedecer-.
Otros momentos de distensión como la presentación de obras de arte, danzas modernas y tradicionales, poemas, sketches, partidos, la presentación de alimentos de cada diócesis… permitieron a los niños relajarse y también aprender. La marcha por la paz en Camerún y en todo el mundo fue una oportunidad para comprender que la paz en nuestros corazones, en nuestros entornos vitales, es un tesoro que todos debemos buscar constantemente. Las Jornadas Provinciales del Niño Africano concluyeron con una misa pontifical presidida por Mons. Barthélémy YAOUDA OURGO, obispo de la diócesis de Yagoua. En su homilía, los niños recordaron que son la alegría de sus padres y de toda la Iglesia. Mons. Barthélémy les invitó también a amar a Dios, a amarse los unos a los otros, a amar su cultura y su escuela, a ser respetuosos y a evitar la delincuencia, la droga, el robo y la mentira.

Después de la misa, al despedirnos, pudimos constatar que la alegría y el orgullo de los niños por estar juntos daban resplandor y belleza a estas Jornadas excepcionales. Dos Hijas del Espíritu Santo, las hermanas Julienne MATCHOU (Maroua-Mokolo) y Jeneviève KOVOU (Yagoua), participaron activamente en este acontecimiento para mostrar nuestra cercanía a los niños, nuestra colaboración y nuestro compromiso con las actividades diocesanas. Nos sentimos orgullosos y felices de estar cerca de estos pequeños y de acompañarlos. T
odos los niños regresaron a casa exultantes de alegría, muy contentos de su estancia en Maroua.

Jeneviève KOVOU, comunidad de Touloum.  Publicado el 25 de junio de 2025…