Marcha ciudadana y espiritual

Fue hace 5 años, el 4 de febrero de 2019, cuando el Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar Ahmad Al-Tayeb firmaron en Abu Dabi una declaración conjunta sobre la fraternidad, en la que hacían hincapié en la paz, la libertad de creencia, el diálogo y la convivencia.
El 4 de febrero de 2024, el colectivo interreligioso de Saint-Ouen-sur-Seine e Ile-Saint-Denis, dos municipios limítrofes con París, quiso honrar este aniversario con una marcha cívica y espiritual: más de 400 personas respondieron a la convocatoria.

Durante la marcha, descubrimos distintos lugares -la Mezquita, la Sinagoga, la Iglesia del viejo Saint-Ouen- mientras se nos invitaba a debatir sobre temas como: – conocernos, – ¿por qué hemos venido? – vida cívica y espiritual?… – Tras cruzar el puente de Saint-Ouen sobre el Sena, continuamos nuestros descubrimientos en la zona accesible de la villa olímpica, donde charlamos con los alcaldes de las dos ciudades, que nos recordaron que estos caminos son caminos para la paz. Nuestro paseo terminó en la iglesia Saint Pierre de l’Ile Saint-Denis con un momento de oración juntos, una copa de amistad y, una vez más, intercambios…

Lo que más me conmovió fue el aspecto intergeneracional, intercultural e interreligioso, debido a los diversos orígenes de los participantes. He aquí algunas de las expresiones que escuché: «Los creyentes son personas en movimiento… necesitamos construir puentes en lugar de muros». «Necesitamos caminar con alegría interior» «Seguir siendo siervos misericordiosos» «Encuentros como éste nos dan ánimos renovados» «Lo importante es el respeto a la tolerancia».

Y termino transcribiendo un párrafo del documento que nos entregaron: «La fe lleva a los creyentes a ver en el otro a un hermano al que hay que apoyar y amar.  Desde la Fe en Dios que creó el universo, las criaturas y a todos los seres humanos – iguales por Su Misericordia, el creyente está llamado a expresar esta fraternidad humana, salvaguardando la creación y el universo entero y apoyando a cada persona, especialmente a los más necesitados y a los más pobres.»

Hermana  Juliette Houdemond, Hija del Espíritu Santo.
Publicado el 12 de febrero de 2024