Del 19 al 23 de julio, la comunidad de Koudougou, Viceprovincia de Burkina Faso, acogió el campamento para aspirantes a Hijas del Espíritu Santo, cuyo tema era «Aspirantes a Hijas del Espíritu Santo, sed sal y luz en vuestro entorno».
Tuvimos la suerte de acoger a veintidós chicas felices y realizadas, procedentes de cuatro diócesis del país (12 de la diócesis de Diébougou, una de la diócesis de Manga, 7 de la archidiócesis de Uagadugú y 2 de la diócesis de Koudougou).
Con el objetivo de la formación humana, moral y espiritual, las compañeras de las chicas se limitaron a compartir sus experiencias de oración cristiano-católica mientras se ocupaban del mantenimiento de la comunidad mediante el trabajo en el campo.
En su discurso, la Hermana Clémentine animó a las chicas, recordándoles que todo cristiano está llamado a irradiar la alegría y el amor de Cristo. Para que la luz no se apague y la sal no se enrancie, insistió en la importancia de alimentarse diariamente con la Palabra de Dios y hacerse cargo de la propia vida de oración. Como la mayoría de las chicas eran adolescentes, la Hermana Clémentine las animó a cuidar su salud con responsabilidad. La Hermana Odette, con su viva motivación, presentó la Congregación, insistiendo en lo que hace nuestra unidad: el amor a Dios y a los demás. A continuación, la hermana Edith habló de las diferentes formas de rezar a Dios. La oración, que tiene muchos aspectos, es ante todo un don maravilloso del Señor; no podemos rezar sin estar en relación con una persona de la que dependemos: Dios. Cuando rezamos, nuestra oración debe inscribirse en una búsqueda de su voluntad a través de los acontecimientos que nos suceden; hay, pues -una diferencia entre la oración cristiana y la del animista, que reza para intentar influir en la naturaleza, en los acontecimientos y en Dios-.
Terminamos el día con la película «Sonrisas y lágrimas», que forma parte del proceso de discernimiento.
El día 23 se dedicó a un recogimiento seguido de un cuestionario para orientar el acompañamiento de la tarde. Una celebración eucarística de acción de gracias por el buen funcionamiento del campamento puso fin a la jornada, seguida de una velada cultural durante la cual las chicas nos deleitaron con danza, ballet y teatro, puntuando la alegría del encuentro.
¡Que el Señor suscite muchas llamadas para su misión!
Hermana Edith YAMEOGO, HES. Publicado el 26 de julio de 2023