Más de trescientas monjas de diversas congregaciones de todo el mundo participaron en los cursos en línea del Proyecto Pentecostés, iniciado por el dicasterio encargado de la vida consagrada femenina en colaboración con la UISG –Unión Internacional de Superioras Generales-. Este gran número de participantes representaba a las muchas lenguas que se hablan en el mundo, y al igual que las multitudes en Pentecostés, entendimos los mensajes transmitidos gracias a la traducción simultánea proporcionada por nuestros valientes traductores: ¡fue una verdadera experiencia de encuentro en línea, a través de múltiples lenguas donde cada uno escuchó la suya!
Los cursos se centraron en la comunicación en la era digital. ¿Por qué y cómo debemos comunicarnos? ¿Cómo ser un «buen pastor» en línea? La Iglesia ha trabajado duro desde la llegada de los medios de comunicación (radio, televisión y ahora Inteligencia Artificial). formadores de todo el mundo y del dicasterio compartieron sus conocimientos tecnológicos y de comunicación en el ámbito digital. Nada más presentarse las sesiones, el Prefecto del dicasterio recordó que nuestra comunicación debe ser una comunión siguiendo el ejemplo de la Santísima Trinidad, en la que cada miembro es único y aporta su propia diferencia a los demás miembros.
Los distintos oradores insistieron constantemente en el hecho de que la comunicación en línea no debe impedirnos mantener relaciones cara a cara, marcadas por la caridad y la presencia real con nuestros vecinos. Por ejemplo, la necesidad de hablar con alguien por teléfono o de contemplar una flor no debe impedirnos, siempre que sea posible, salir a ver a esa persona o al jardín para admirar esa flor…
La comunicación en línea debería reforzar nuestro sentido de comunidad, en lugar de reducirlo. El buen samaritano es el que sale al campo al encuentro de los demás con toda su riqueza y pobreza, no delega.El Papa Francisco habla de «samaritanización» para evocar la urgencia de salir en busca de la oveja perdida, incluso en las redes sociales. Sin embargo, siempre que sea posible, es mejor hacer las cosas cara a cara, lo que favorece los encuentros: escucharse, ver las reacciones del otro, tocarse, olerse…
Los nuevos medios de comunicación abren nuevos horizontes para evangelizar, llegar a los que están en la periferia, buscar a las ovejas perdidas, pero debemos estar mejor informados sobre los peligros de su uso y conocer mejor sus parámetros y contornos.Por ejemplo, se nos aconsejó que analizáramos el alcance de un mensaje o de un vídeo que recibiéramos antes de transmitirlo a nuestros corresponsales, que tuviéramos cuidado de evaluar los riesgos que entrañaba, y que veláramos por el respeto a los menores: no publicar fotos de niños sin permiso de sus padres, o de pobres sin su permiso, etc.
Al final de nuestros cursos, una sesión de formación práctica en redacción periodística nos dio la oportunidad de practicar la redacción de un artículo sobre un tema de actualidad en nuestro propio entorno.Estos diversos cursos suscitaron una serie de cuestiones que nuestros formadores deberán transmitir al dicasterio para la organización de otras sesiones en línea: nuestra presencia en los medios de comunicación, la comunicación intergeneracional en nuestras comunidades de vida y de trabajo, la transmisión de nuestro carisma en línea, la protección de datos en línea, la experiencia del liderazgo en la era digital, la ética en el uso de los medios de comunicación, etc.
Me gustaría expresar mi gratitud a mi viceprovincial y a mi superior general por haberme dado la oportunidad de participar en estos cursos en línea junto con otras personas entregadas: ¡me edificó mucho compartir experiencias! Los cursos, que duraron seis meses, fueron una verdadera experiencia de aprendizaje, ya que tuve que adaptarme a la diferencia horaria y a la falta de recursos técnicos: el ordenador y la dificultad de conectarse a él, la traducción a menudo rápida, etc. Sin embargo, gracias a mi teléfono móvil, he podido llegar a tantas personas de todo el mundo y abrirme a los nuevos retos de la comunicación cerca de mí y en un mundo en el que estamos tan hiperconectados pero tan solos.
Hermana NOUFE Lydie, FSE de Burkina Faso. Publicado el 19 de diciembre de 2023
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