En el marco de los cursos prácticos de agricultura que se imparten en los institutos nigerianos –como el Collège Marie-Balavenne, escuela dirigida por las Hijas del Espíritu Santo-, los alumnos, guiados por sus profesores, aprenden a cultivar ciertas plantas útiles y a transformarlas en alimentos: maíz, ñame, mandioca, patatas, cacahuetes y otros cultivos de cereales.
La mandioca es uno de los cultivos más populares de Nigeria. Una vez procesada, puede utilizarse para preparar toda una gama de comidas: garri, fufu, etc., que se comen con cualquier sopa de verduras bien equilibrada. La mandioca también puede transformarse en copos y, en algunas industrias agrícolas, en harina para preparar aperitivos.
En el colegio Marie-Balavenne optamos por cultivar mandioca. Fue una buena oportunidad para mostrar a algunos alumnos cómo se planta la mandioca: aunque no hicieron el trabajo ellos mismos, aprendieron mucho. Algunos de los estudiantes se rieron de sí mismos, bromeando: «Algunos de nosotros, que solemos comer más productos a base de mandioca que otros, nunca hemos sabido cómo se planta la mandioca, cómo se cosecha y mucho menos cómo se procesa» ¡Qué gran oportunidad para aprender!
El 27 de abril, una vez cosechada la mandioca, yo, Rosemary Etim DHS, directora del centro, comprobé la apertura de los alumnos, que se ofrecieron voluntarios para ver de cerca las fases de elaboración. Los reuní en su tiempo libre en une aula específica, para que se pusieran manos a la obra.
La tarea comenzó cortando el tallo duro de la mandioca con cuchillos y, a continuación, pelándola en grandes cuencos. Poco a poco se les fue explicando que, una vez pelada, la mandioca se lavaría para que estuviera lista para ser molida. A continuación, se extrae el agua con una máquina especial, se tamiza la cáscara y se fríe la mandioca, con lo que se obtiene el garri. Un buen número de alumnos estaban motivados, aunque el ejercicio resultaba un poco intimidatorio, sobre todo para los que nunca habían participado en una tarea de este tipo. Se hizo más interesante a medida que participaban en el debate y hacían preguntas para comprenderlo mejor.
Los alumnos concluyeron qu’el ejercicio había sido divertido, maravilloso y una oportunidad de aprendizaje para todos ellos, y que había sido una buena iniciativa de la Hermana Etim. Estaban muy orgullosos de haber podido trabajar juntos en una tarea que les beneficiaría a todos. Algunos estaban muy emocionados por contar a sus padres la noticia de su éxito.
«Es el trabajo de nuestras manos, y estamos felices de haber formado parte de él».
Hna Rosemary ETIM, HES – Publicado el 5 de mayo de 2025